El nuevo acuerdo firmado entre Inditex (Zara) y Venezuela señala a Grupo Futura, propiedad de Camilo Ibrahim, como socio de franquicia, un nombre que ya estuvo ligado a Zara desde el año 2007 antes de su partida en 2021.
Este grupo también cuenta con el respaldo de Inditex para operar en otras regiones del Caribe, según lo confirmaron fuentes internas de la firma española a la cadena CNN, una compañía fundada por el gallego Amancio Ortega. Información también fue confirmada por el presidente de la Cámara Venezolana de Centros de Comercio (Cavececo), Alfredo Cohen, quien anunció que la tienda Zara abrirá la última semana de abril.
La sucursal de Zara se establecerá nuevamente en el centro comercial Sambil de Chacao en Caracas, su ubicación original. Además, según informaciones del periodista Nelin Escalante en su cuenta de tiktok @nelinescalante, se espera que la marca también abra una tienda en la exclusiva zona de Altamira-La Castellana en Caracas.
Una historia de moda vs crisis
La llegada inicial de Zara a Venezuela en 1997 fue seguida por un rápido y destacado crecimiento en los años siguientes, marcando un hito en la moda rápida del país y suplantando tiendas exitosas de los años 80 y finales de los 90, como Tropicana, que cerró operaciones tras el conocido Viernes Negro. En poco tiempo, la marca había construido una sólida red comercial compuesta por un total de 21 puntos de venta, incluyendo nueve tiendas de Zara, nueve de Bershka y nueve de Pull&Bear.
Tras convertirse en la marca favorita de las venezolanas durante estos primeros años, en 2004, la marca enfrentó un duro golpe cuando el fallecido presidente Hugo Chávez acusó a la empresa de fraude fiscal. Las restricciones en el acceso a divisas y las sanciones impuestas por el Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (Seniat) llevaron al cierre temporal de algunas tiendas en Caracas ese mismo año.
A pesar de enfrentar otras crisis económicas en Venezuela, como la huelga petrolera de 2002 que provocó el cierre de sus tiendas durante sesenta días y generó pérdidas millonarias para el grupo español, e incluso la entrada en el sistema de control cambiario en 2003 que afectó la dinámica comercial, Zara logró mantenerse en el mercado gracias a ser dueños de sus locales.
La información financiera de Inditex entre 1998 y 2006 señaló que la operación se realizaba directamente a través de las empresas Zara Venezuela, Pull&Bear Venezuela y Bershka Venezuela, cuyas facturaciones permitieron montos en inversión social que oscilaban entre los 376.000 y 427.000 euros anuales. El semanario Exclusivas Económicas reporto que parte fueron donadas en aquel entonces fueron a diversas organizaciones sin fines de lucro, entre las que se encontraban las escuelas de Fe y Alegría y el Centro Gumilla, ambos bajo el control de la Iglesia católica.
Posteriormente, debido a la inestabilidad económica y la situación salarial de los venezolanos, los estantes vacíos de Zara se convirtieron en un sombrío reflejo de la situación económica del país. Para 2007, la empresa vio una esperanza cuando decidió adoptar un nuevo enfoque, comenzando a operar bajo el modelo de franquicia. Fue así como en 2008 se estableció un contrato con la empresa Phoenix World Trade, propiedad de Camilo Ibrahim, mencionado anteriormente.
Estas decisiones permitieron que la marca mantuviera su presencia en el mercado venezolano, pero las adversas condiciones económicas, como la hiperinflación y las restricciones burocráticas, afectaron gravemente las ventas y llevaron al cierre progresivo de las tiendas. Un caso específico que afectó notablemente fue cuando el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) solicitó a Zara pagar una multa de 85 mil dólares por aumentar sus precios tras la devaluación del bolívar en 2013. Sumado a esta situación, el gobierno prohibió a la cadena de tiendas incrementar sus precios de manera indiscriminada en los últimos siete años.
Todo lo anterior obligó a Inditex a terminar el cese de sus operaciones en Venezuela oficialmente en 2021, en un momento en que el país ya atravesaba una aguda crisis económica que comenzó en 2014 y la pandemia global que se estaba enfrentando. Aunque las marcas de Inditex se retiraron de Venezuela, algunas tiendas que ocuparon sus lugares comenzaron a vender productos de Zara desde hace casi un año, como la cadena de tiendas Balu, propiedad de Grupo Futura.
En el último año, la economía venezolana ha experimentado cambios significativos. Se ha observado una desaceleración de la inflación, según declaraciones de Francisco Ibarra, economista y director de Econométrica, así como el levantamiento de algunas sanciones petroleras, gasíferas y mineras por parte del gobierno de Estados Unidos al país, siendo esta la principal fuente de ingresos.
A pesar de estas mejoras, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ajustó su proyección de crecimiento para Venezuela, reduciéndola de 5 a 3 puntos porcentuales en su último informe publicado en diciembre. Por su parte, La Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (VenAmCham) también reveló datos optimistas en su encuesta anual, indicando que el 83,1% de los ejecutivos encuestados esperan una situación favorable o regular para sus sectores en 2024, con un aumento previsto en la demanda de consumidores, especialmente en el sector de servicios. Además, se espera un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,52%, impulsado por el acceso a financiamiento bancario y otras formas de financiación.
Sin embargo, el salario mínimo mensual en Venezuela equivale a tan solo 5$, lo que lleva a muchos venezolanos que han emigrado del país a destinar entre el 30% y el 50% de sus ingresos para enviar remesas a sus familiares en Venezuela. Mientras tanto, una pieza básica de mujer en Zara tiene un costo mínimo entre 3$ y 5$. Con estos desafíos económicos, Inditex ha decidido regresar al país, de la mano de Grupo Futura, con la apertura de una tienda de Zara en Caracas.
Impacto en la moda Venezolana
La llegada de Zara en Venezuela ha tenido una influencia significativa en la sociedad, al brindar a los consumidores la oportunidad de acceder a las últimas tendencias internacionales en moda y mantenerse al día con las novedades en diseño y estilo. Esto ha influido en la forma en que los venezolanos perciben la moda. Los consumidores de clase media y media alta sienten que tienen mayor acceso a las tendencias, especialmente a la moda norte global, mientras que las clases más bajas adquieren piezas básicas dándoles un sentido de “estatus”.
La presencia de una marca internacional consolidada como Zara genera un entorno competitivo para marcas locales haciendo complicado igualar la calidad y los costos. Además, podría conducir a una homogeneización de la moda en Venezuela, donde sólo unas pocas grandes marcas dominan el mercado. Como ha sucedido anteriormente.Su enfoque en la moda rápida podría fomentar un consumismo insostenible, donde los clientes constantemente compran ropa nueva y descartan la vieja. Esto podría tener consecuencias ambientales negativas y perpetuar una cultura del desperdicio
Un punto importante a destacar es que la apertura de la cadena española y otras marcas del grupo va a contribuir a la generación de empleo y al desarrollo económico en Venezuela. Las operaciones de tiendas, la logística y otros aspectos relacionados con el negocio de la moda han proporcionado oportunidades de trabajo tanto directas como indirectas en el país.
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Franquiciado de Inditex
El modelo de franquicias ha sido clave en la expansión del consorcio de marcas internacionales Inditex, que actualmente basa el 19% de su red comercial en este formato. Esto significa que no todas las tiendas Inditex son propiedad directa de la empresa matriz. Las franquicias asumen una serie de gastos, como los royalties por el uso de la marca y la tecnología implementada por la firma, además de un porcentaje sobre el precio de venta. La estructura operativa, los gastos comerciales, impuestos, inventario van por cuenta del inversionista no de Inditex.
En Venezuela, el grupo Futura Retail se destaca como el franquiciado encargado de operar las tiendas de Inditex en el país. Es decir son quienes han decidido invertir y apostar por una mejora de las condiciones, lo que envía un mensaje a otros inversores interesados en hacer negocios en Venezuela.
Además de ser franquiciado de Inditex, Grupo Futura Retail también representa a otras reconocidas cadenas minoristas en el país, lo que demuestra su experiencia en el sector. Entre las marcas que representan se encuentran MNG, Cortefiel, Desigual, Parfois, Timberland, Women Secret, Swarovski, Michael Kors, Planeta Sport y la reciente incorporación de Miniso, entre otros nombres destacados. Su perfil en Instagram afirma ser la empresa de retail más importante del país, y actualmente operan 108 tiendas.
Su apuesta por invertir y operar en varias tiendas muestra una confianza en el potencial del mercado venezolano. Sin duda, esto contribuirá a fortalecer la oferta de moda contemporánea en la región, así como a generar empleo y estimular el crecimiento económico.